Datos personales

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Bajo la piel

A veces me despierto sobresaltado, angustiado por las palabras que no encuentro. Por las que no acierto a decir, por las que no me dicen, por las que se quedan atrapadas en la garganta o clavadas en el estómago.
Me miro en el espejo, las manos, lo brazos, la cara. Y veo debajo de mi piel esas palabras. Rasco, trato de llegar a ellas pero no se inmutan. Resultan intocables, inalcanzables.
Hacen como que no me ven.
Y, sin embargo, estoy hecho de ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario